viernes, 30 de diciembre de 2016

Fin de los tiempos

Fin de los tiempos


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Tal como se esperaba, la economía cubana no creció según lo planificado, ni siquiera creció, todo lo contrario, decreció en 0,9%, a pesar de que el salario que se le roba al personal de la salud en misiones internacionalistas, y de que los servicios públicos como la salud y la educación se contabilizan como Producto Interno Bruto (PIB).
¿Dónde se van a meter los triunfalistas que auguraban, una vez más, que ahora sí se iba a construir el socialismo? Ni Lineamientos ni Conceptualizaciones, ni congresos del Partido Comunista (PCC) ni parlamentos de votaciones unánimes pueden impedir que hasta el más crédulo de los cubanos se dé cuenta de que el comunismo no funciona ni siquiera en apariencias. La economía estatal centralizada y planificada es un fiasco.

Para colmo de males, la salvadora ayuda solidaria no llega ni llegará de ninguna parte, y la incapacidad del sistema económico cubano para valerse por sí mismo es evidente para todo el mundo menos para los dirigentes de la Isla, anclados en la adoración a los dioses muertos del comunismo.
Qué pena el tiempo perdido por Raúl Castro desde que llegó al poder aunque este fuera compartido… Ahora vienen los apuros y más improvisaciones a las que ya nos tienen acostumbrados los muchachos de la Sierra Maestra, solo por la tozudez de querer construir un país idílico dirigido por líderes inteligentes, honestos y clarividentes, que a fin de cuentas no pueden prever su propia ruina, ni son honestos ni inteligentes, y mucho menos verdaderos líderes.
Ministerios y empresas dirigidos por generales y coroneles que tal vez en sus años mozos fueran diestros conductores de un tanque de guerra o una brigada de infantería, pero que puestos al frente de una fábrica de zapatos o una granja porcina saben menos del asunto en cuestión que aquel burro que tocó una flauta.
Ni de casualidad la economía cubana va a mejorar por diversas razones; las órdenes venidas de arriba no se discuten, primero se acatan y después, se acatan. Las leyes cubanas no promueven y protegen la inversión de los nacionales, todo lo contrario, la prohíben.
Las leyes cubanas incluyendo la Carta Magna socialista, prohíben la propiedad privada, la acumulación de riquezas, la libre emisión del pensamiento y la asociación independiente, el PCC rige el país de manera total, esa función no la desempeña el pueblo representado a través del Parlamento como debería ser. Este órgano supuestamente legislativo tiene como verdadera función servir de portavoz a las decisiones del PCC, en realidad del Primer Secretario y su corte.
A propósito, en el último periodo de sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular acaban de ser electos nueve diputados. ¿Electos por quién? En Cuba son designados los diputados como si se tratara de contratar mayordomos. ¿A quién representan? Bienvenidos al circo.
Mientras la situación en el plano político y legal no sufra cambios, los resultados económicos de Cuba en el 2017 van a ser semejantes a los de este año, o peores. Solo la privatización de las  tierras de cultivo, de los centrales azucareros, la minería y cualquier otro renglón productivo, incluyendo el turismo y la pesca, harán que el país se desarrolle.
Esta medida, junto con la terminación del monopolio del pensamiento que ostenta el PCC, permitirá que la República se mantenga de sí, como diría Rubén Martínez Villena, paradójicamente un comunista.
De surrealista se puede calificar el informe del "General Presidente", como bautizara el Historiador de La Habana Eusebio Leal al gobernante cubano Raúl Castro en la clausura del VIII Periodo Ordinario de Sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular en la VIII Legislatura (me divierte la jerga comunista para no decir nada, parece ciencia ficción).
Lo más importante de la mencionada reunión fue la "ley" referida al uso del nombre del fenecido dictador, los resultados económicos no parecen importarles porque siempre se puede culpar al embargo de lo que no se hizo por falta de voluntad.
Esta vez, además del imprescindible embargo económico y financiero norteamericano, las causas atribuidas al descalabro fueron la caída en los ingresos por  exportaciones por la disminución de los precios, así como afectaciones en las relaciones de cooperación con otros países (¿?), limitaciones en los suministros de combustibles y agravamiento de las tensiones financieras (¿impago de deudas?). Por supuesto, no se debe olvidar a Matthew con todo su protagonismo.
Todas las causas del decrecimiento de la economía se atribuyen a factores externos, por ninguna parte aparecen la corrupción administrativa,  la ineptitud de los dirigentes, las tierras estatales (la mayor parte del total) aun infestadas de marabú, una Ley de Inversión Extranjera que no entusiasma a los inversores y una masa trabajadora que finge que trabaja.
Por lo demás, no hay novedad, no colapsó la economía a pesar de que decreció casi en un 1%, disminuyeron las exportaciones, Venezuela da menos petróleo, los chinos siguen empecinados en el puñetero "ganar, ganar", el Mariel no funciona, y para colmo, los capitalistas se niegan a ayudarnos a construir el socialismo.
Del discurso del actual mandatario cubano se infiere que estamos jodidos, pero contentos, porque nunca volveremos a ser capitalistas y el pueblo está dispuesto a seguir a "su Comandante" hasta el extremo de meterse en un monumental ataúd colectivo al estilo del Egipto de los faraones.

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