jueves, 27 de octubre de 2016

Después del embargo, '¿cuántos años pasará el Gobierno diciendo que estamos en recuperación?'

Después del embargo, '¿cuántos años pasará el Gobierno diciendo que estamos en recuperación?'


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Cartel en La Habana. (J. E. RODRÍGUEZ)
Aunque la política parece un tema de cada vez menos interés para el cubano de a pie, muchos hacen una excepción con las relaciones con Estados Unidos, y la reciente abstención de Washington en la votación sobre el embargo en la ONU ha provocado sorpresa o, al menos, curiosidad.
"La pregunta ahora sería cuántas décadas nos dirá el Gobierno que tardaremos en recuperarnos de los efectos del bloqueo una vez que este no exista", dijo Orlando Jiménez. "Porque, sin dudas, esa será la justificación para continuar con el bloqueo de puertas adentro. Sé que la esperanza es lo último que se pierde, pero aquí en Cuba la esperanza era verde y se la comió un chivo".

En un solar del Cerro, algunos confundidos por la votación creyeron que "se cayó el bloqueo". Pero Nila Mercedes, una de sus habitantes, fue más cautelosa: "Me preocupa que aquí las cosas no van a cambiar en nada por esa abstención de los americanos. El discurso de Bruno tuvo más de avisar tempestades que de apreciar que algo cambió. Fue el mismo 'teque', la misma reprimenda y las mismas consignas de siempre. No hubo nada esperanzador para este pueblo en sus palabras".
El ministro de Relaciones Exteriores cubano, Bruno Rodríguez Parrilla, apenas dedicó un par de oraciones a considerar positiva la decisión estadounidense de abstenerse en su voto. Como ocurre cada año, el canciller dedicó la mayor parte de su discurso a detallar cifras sobre los daños del embargo calculados por La Habana.
A Ramis Argudín no le extrañó "en absoluto" la arenga de Rodríguez Parrilla, porque "está a tono" con la posición del Gobierno "desde que se restablecieron las relaciones".
"La prensa y la televisión siguen con la paranoia del enemigo imperialista e interventor. Apenas ven como positivo este cambio en el voto americano", dijo Argudín. "Solo tienen críticas y recordatorios sobre el bloqueo, la base naval y la no rendición de su socialismo".
Pero "quien viola la soberanía de este país es el propio Gobierno, que no permite a sus ciudadanos que seamos soberanos y prósperos. O acaso van a culpar al bloqueo de la ofensiva que están realizando contra el cuentapropismo", opinó.
"Rodríguez Parrilla relató la experiencia de no haber podido acceder, desde servidores cubanos, a un sitio estadounidense" en internet. "Muy simpática anécdota quizás para extranjeros, pero francamente irrespetuosa para quienes ahora mismo no tenemos acceso a decenas de sitios bloqueados por el Gobierno" cubano, cuestionó Lucía Corrales.
"Eso nada tiene que ver con el embargo, como tampoco la creciente ola de represión contra activistas, periodistas, artistas y organizaciones civiles independientes, a quienes se acusa de ser pagados por proyectos injerencistas", añadió.
"¿Quién bloquea al sector privado, a la abogacía independiente, al derecho de superación de los jóvenes cubanos a través del programa World Learning? La abstención en esta votación, junto a la de Israel, es otro paso más de la administración norteamericana en una relación donde Raúl Castro no ha logrado concretar uno solo", consideró Corrales.
En otra parte de su discurso, el ministro de Relaciones Exteriores se quejó de los efectos del embargo sobre las cuentas bancarias de médicos en misiones en el extranjero, "pero no dijo ni pío de que Raúl Castro se queda con el 75 por ciento de los salarios" que ganan los profesionales cubanos contratados por otros países, dijo Antonio Ibarra.
La venta de servicios profesionales, principalmente médicos, es actualmente la principal fuente de ingresos del Gobierno.
"Creo que sí, que hay mucha esperanza con este voto de abstención por la parte norteamericana. Habría que esperar si el Gobierno cubano se abstiene, por su parte, de mantener el bloqueo interno que impide a los cuentapropistas ganar dinero para que no se hagan ricos", criticó Ibarra
En su discurso en la ONU, Bruno Rodríguez "no habló por el cubano de a pie, habló por los intereses personales de los gobernantes. No fue sincero ni conciliador".
Aníbal Tresold, residente en Ontario y de visita en la Isla, cree que la "sorpresiva abstención" de Estados Unidos, quiera Bruno Rodríguez o no, agrega un poco de fe "a todo cubano obligado a la narrativa de vivir para el Estado".
"Es decir, la angustia de la desocupación, donde el ciudadano pierde el derecho a vivir de su trabajo y tiene que vivir entonces la aventura de emigrar. Los cubanos en la diáspora no estamos bloqueados por las leyes estadounidenses, estamos bloqueados por las leyes cubanas", dijo Tresold.

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