miércoles, 20 de julio de 2016

Rédito para el régimen, cerrojo para la sociedad, palos para la oposición

Rédito para el régimen, cerrojo para la sociedad, palos para la oposición


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Obama y Castro en la cena de Estado que el general ofreció al presidente durante su visita a Cuba. La Habana, 21 de marzo de 2016. (AP)
Antonio Rodiles, coordinador del Foro por los Derechos y Libertades (ForoDyL):
Hace un año que se restablecieron las relaciones pero, si contamos los 18 meses dentro de un proceso político oculto, son unos tres años de acercamiento entre Washington y La Habana y, en este período, lo que hemos visto muy notablemente, muy claramente, es que hay un aumento en la represión y la violencia.
Es una situación que no solo se circunscribe a la oposición y a los activistas de derechos humanos, sino también a la población, al cubano común que no se mete en política porque tiene miedo, a los cuentapropistas, por ejemplo, con las multas, los controles, todo el tema de los tributos abusivos y excesivos.
Lo que estamos viendo es a un régimen que ha ganado espacio en la arena internacional y que dentro, hacia el cubano, se está atrincherando. Muestra de eso es el éxodo incontenible que estamos viendo en los últimos tiempos.
La Administración Obama había dicho que la mejor vía para lograr cambios positivos en Cuba era esta, pero me parece que ya va siendo hora de que al menos empiece a mencionar públicamente que las cosas no van como ellos esperaban, porque lo que estamos viviendo es un proceso de disminución de todas esas libertades y derechos.
Desde un principio, desde el Foro por los Derechos y Libertades se defendió la necesidad de que hubiera un proceso político real, donde el régimen tuviera que dar pasos también. No es lo que ha ocurrido. Existe una especie de empecinamiento por parte de las personas que iniciaron la agenda de seguir otorgando facilidades sin que el régimen dé absolutamente nada.
Es muy preocupante que en las últimas semanas estamos viendo una oleada de encarcelamiento, no solo de arrestos temporales, y que sigue el silencio total frente a esta situación por parte de Washington. Por otra parte, el famoso empoderamiento que iban tener los cuentapropistas no lo vemos por ninguna parte.
La respuesta que ha tenido el régimen a las medidas de la Administración Obama ha sido mantener la cerrazón de siempre y llama la atención que no existe ningún pronunciamiento por parte de ninguna institución, incluso de derechos humanos, con respecto a la situación real.
Laritza Diversent, directora de Cubalex:
La aproximación entre ambos gobiernos ha sido positiva aunque no hemos visto por parte del Gobierno cubano ningún paso adelante en cuanto al avance en el respeto a los derechos humanos en la Isla.
Compete a la sociedad civil cubana ampliar las estrategias para lograr el reconocimiento de nuestros derechos.
La represión se está recrudeciendo contra las opositores, pero opino que es más por el miedo que tiene el régimen que por su posición privilegiada.
Eduardo Cardet, coordinador nacional del Movimiento Cristiano Liberación:
Para el pueblo de Cuba este ha sido un año muy duro, difícil, que ha estado marcado por un agravamiento de la crisis económica y social, un incremento alarmante del éxodo de cubanos que, por cualquier vía, parten hacia el extranjero, sobre todo hacia Estados Unidos, como casi única oportunidad de mejorar sus vidas.
En el orden político, no ha habido cambios para los que estamos trabajando desde la oposición, desde la disidencia. La represión se ha incrementado; no es que lo digamos nosotros, es una violencia palpable contra las Damas de Blanco, contra toda la oposición en general, contra cualquier manifestación de participación independiente.
Desgraciadamente, no ha habido una apertura democrática en lo más mínimo. Sí ha ocurrido a nivel mediático para el Gobierno de Cuba lo que nosotros hemos llamado un "cambio fraude". Muchos países democráticos del mundo entero, como los de la Unión Europea, han tratado de redireccionar las relaciones que tenían con el Gobierno de Cuba como si realmente casi todo estuviera resuelto.
Nosotros seguimos sin oportunidades, no hay participación posible en la vida política de nuestro país. Los cambios económicos son mínimos, solo un pequeño grupo de ciudadanos puede participar de una manera muy controlada en actividades económicas y cada día es más difícil; hay un accionar contra el campesinado cubano imponiendo una serie de medidas que son muy contraproducentes y, en general, contra el trabajador por cuenta propia. No se han abierto verdaderos espacios de participación en la vida económica del país y los resultados se pueden apreciar.
El Gobierno es el que más se ha beneficiado porque este intercambio que ha tenido Estados Unidos ha sido fundamentalmente con representantes del Gobierno. Los principales acuerdos que se han logrado han sido entre ellos.
No hay nada que realmente haya impactado favorablemente en la vida de nuestro pueblo. Existía algún nivel de expectativa que rápidamente se disipó en la medida en que las cosas fueron transcurriendo y, por supuesto, Raúl Castro y sus personeros despejaron cualquier esperanza de que hubiera un cambio real en nuestro país.
En las negociaciones todo se ha manejado con mucho hermetismo, lo que hace difícil tener una idea clara de lo que está sucediendo. Esto era de esperar por parte del Gobierno cubano, pero no por parte del Gobierno norteamericano.
Berta Soler, líder de las Damas de Blanco:
A un año de cambiar la Sección de Intereses por una embajada el cambio ha sido bien grande, no solo de nombre, sino de cómo se está comportando la Embajada de los Estados Unidos.
En estos momentos, puedo decir que muchos activistas de derechos humanos que tenían tiempo de máquina allí para poder comunicarse con el exterior y poder informar de su trabajo y la situación en la Isla se han visto afectados.
No hay ninguna facilidad para el acceso de la sociedad civil a las máquinas. No puedo decir que la atención o el contacto con los funcionarios norteamericanos ha dejado de existir, pero vemos cómo todo ha cambiado.
Las máquinas a las que antes teníamos acceso ahora se están ocupando para cursos de inglés para jóvenes. No estamos en contra de esto, pero son jóvenes que responden al Partido Comunista, no son representantes de la sociedad civil, no son opositores al Gobierno. Son personas indicadas por el Gobierno cubano al norteamericano.
Estas relaciones entre el Gobierno de Estados Unidos y el régimen cubano para nada han beneficiado al pueblo de Cuba. Lo que vemos es que al presidente Barack Obama lo único que le interesa son los negocios, hacer negocios con militares porque aquí quien dirige Gaviota, TRD, son las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR).
Son negocios que no van a beneficiar al pueblo de Cuba para un cambio. Vemos que se ha recrudecido, después de la visita de Obama, la represión policial y del Departamento de Seguridad del Estado contra las personas que quieren ejercer su libertad de expresión, de manifestación pacífica.
El ejemplo, las propias Damas de Blanco, que hemos sido reprimidas durante 62 domingos seguidos. No vemos que el Gobierno norteamericano alce su voz para exigirle al régimen cubano que cese en su proceder.
Manuel Cuesta Morúa, líder del Partido Arco Progresista:
Ha sido un primer año muy importante para quienes hemos creído que la mejor opción era el cambio de política de Estados Unidos hacia Cuba. Como todo proceso político, es gradual y no se logran todas las metas inmediatamente.
Lo importante es el hecho de normalizar a Cuba. Yo creo que ha sido una de las cosas clave: encaminar a Cuba hacia la normalización hacia el interior y el exterior del país.
Durante este año, en sentido general, los cubanos nos enfrentamos como país a nuestras debilidades y se nos presentan nuevos desafíos. Ha quedado claro, no ya el estancamiento, sino la derrota estratégica del Gobierno cubano en cuanto a la capacidad para imaginar un país y enfrentar los desafíos del país.
Los ciudadanos se enfrentan a la necesidad de reinventar sus vidas. Todos nos encaminamos en esta dirección. Y para la sociedad civil, el desafío es imaginar qué podemos hacer y cómo podemos trabajar en la democratización estrictamente en términos políticos y no solo heroicos.
Ángel Moya, exprisionero político del Grupo de los 75:
Cuando el régimen cubano y el Gobierno de Estados Unidos restablecieron relaciones, denunciamos y advertimos a la comunidad internacional que eso no iba a beneficiar en nada al pueblo cubano, simplemente se fortalecería el régimen, puesto que políticamente iba a obtener reconocimiento por el Gobierno de Estados Unidos y, además, iba a crear una situación de acercamiento en el resto del mundo.
Siempre hemos dicho que cualquier tipo de relación con el régimen cubano tiene que estar condicionada al respeto de los derechos humanos, a la libertad de los presos políticos, entre otras cuestiones.
A un año de relaciones con el régimen cubano, apoyando las actividades de la campaña #TodosMarchamos por la liberación de los presos políticos, hemos sido reprimidos brutalmente por las fuerzas represivas. Incluso cuando el presidente Obama llegó a Cuba fuimos reprimidos.
En realidad, nada ha cambiado, el régimen sigue fortaleciéndose, equipándose y perfeccionando su mecanismo represivo.
Lo está viendo el mundo. Miles de cubanos abandonando el país, huyendo de la dictadura. Médicos, ingenieros, abogados y hasta militares venden sus propiedades para escapar y llegar a los Estados Unidos. Este es el resultado de un año de relaciones.
Siempre hemos abogado porque al Gobierno cubano no se le puede tratar con paños tibios, hay que tener mano dura. Sabemos que la libertad de Cuba depende de los cubanos, pero abogamos por la solidaridad de la comunidad internacional, que recorte los recursos al Gobierno cubano, que son desviados del pueblo para reprimir.
Martha Beatriz Roque, exprisionera del Grupo de los 75:
Las expectativas que levantaron las relaciones con el Gobierno de Estados Unidos se han quedado bastante cortas. Hemos vivido un año lleno de dificultades y vamos a vivir un año con más dificultades todavía.
Se pensó que una mejora en las relaciones podía ser una mejora para el pueblo. Fue lo que dijo en todo momento el presidente Obama, que la sociedad civil iba a sentir las mejorías, pero hasta el momento no ha sido así, no ha sentido nada a no ser las patadas y piñazos que da el régimen.
El régimen es el que ha podido disfrutar del alivio de las restricciones decretadas por la Administración Obama, el pueblo se mantiene con sus mismos problemas, incrementados ahora con la falta de transporte, los apagones, falta de agua.
Lo que ha propiciado la Administración Obama es que el dinero vaya a parar a los bolsillos de los hermanos Castro, en ningún momento al bolsillo del cubano. Con las relaciones Washington-La Habana, además, el régimen se ha visto respaldado internacionalmente.
Observatorio Cubano de Derechos Humanos:
El Gobierno estadounidense ha intentado hacer, a través del restablecimiento de relaciones con La Habana, un acercamiento político que ayudara a suavizar el régimen y abriera puertas al bienestar de la población.
Asimismo, el presidente estadounidense le ha dado visibilidad a la sociedad civil independiente en eventos como la Cumbre de las Américas y en su reunión con la disidencia en La Habana durante su visita.
Ha implementado la cuantía de las remesas a la Isla. Ha creado unas expectativas de cambio en la comunidad internacional que no están en sintonía con la realidad de un hipotético cambio en la Isla y que ha desvirtuado la realidad en el interior del país.
El Gobierno cubano ha aprovechado esta situación para amplificar esta imagen de cambio en el exterior. Ha sido el gran beneficiado, no así la población cubana, que sigue en la misma situación.
El Gobierno cubano ha incrementado la represión dentro del país. No hay más que remitirse a los datos. No ha abordado los cambios estructurales prometidos ni los constitucionales necesarios e imprescindibles para regenerar la política y mejorar las condiciones de vida de los cubanos.
El Gobierno cubano ha demostrado su falta de interés por reformar el sistema y democratizar el país. No ha hecho ni un solo gesto en aras de implementar los convenios de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) ni los pactos de Naciones Unidas.
Por tanto, entendemos que el Gobierno, una vez más, se ha valido de las buenas intenciones del acercamiento al pueblo cubano para obtener rédito y prestigio internacional a cambio de algunas promesas incumplidas sin dar nada sustancial a cambio.
El OCDH está procesando una encuesta realizada dentro del país que se publicará en unos días.  Una de las preguntas centrales es ¿en que ha mejorada su vida después del acercamiento entre ambos países?
Erik Jennische, director del Programa América Latina de Civil Rights Defenders:
El restablecimiento de relaciones con Estados Unidos y con la Unión Europea (UE) son interdependientes.
Desde hace años se discute en la UE una nueva política hacia Cuba y, de hecho, la UE inició las negociaciones antes de que fuera conocido que Estados Unidos estaba negociando.
Los dos procesos han creado una carrera entre actores internacionales que quieren ser partes de, o protagonistas en el cambio en Cuba. Gobiernos, empresas, ONG, medios etc. participan en esa carrera. Sin embargo, el único cambio que han logrado son justamente estas nuevas relaciones internacionales. Y lo único que ha ofrecido el Gobierno cubano a cambio de esas nuevas relaciones, son "diálogos sobre derechos humanos". Pero el diálogo no va a servir para mucho si no hay un compromiso por parte del Gobierno cubano de respetar e implementar los derechos.
El otro problema es que el acercamiento con el Gobierno llevará a un distanciamiento entre los actores internacionales y la sociedad civil independiente en Cuba. El Gobierno cubano no acepta que los actores internacionales que quieren relaciones con él al mismo tiempo tengan relaciones cercanas con la sociedad civil independiente.
Lo más positivo de este nuevo escenario es que los gobiernos latinoamericanos ya no tienen excusa para no preocuparse por la realidad cubana. El proceso abre la puerta para que los gobiernos democráticos en la región pongan presión en el Gobierno cubano de respetar los derechos humanos. Pero, para que eso ocurra, hacen falta relaciones amplias entre la sociedad civil cubana y la sociedad civil latinoamericana, y esto todavía no existe.

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