viernes, 29 de enero de 2016

Washington flexibiliza aún más la ley de embargo

Washington flexibiliza aún más la ley de embargo

Las medidas que entrarán en vigor este miércoles facilitan las condiciones para ampliar el intercambio comercial entre EEUU y la isla y autorizan más viajes 

RELACIONES | 27 de Enero de 2016
Washington flexibiliza aún más la ley de embargo
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Durante el discurso del Estado de la Unión el Presidente instó al Congreso a eliminar de una vez las sanciones impuestas por Estados Unidos a Cuba (ARCHIVO)
RUI FERREIRA
Especial
Aunque sigue siendo una prerrogativa del Congreso, el presidente Barack Obama ha comenzado a desmontar el embargo económico a Cuba dentro de los parámetros legales que le permiten hacerlo. La gran novedad: la isla podrá negociar con Estados Unidos a crédito.

Desde el miércoles, empresas estadounidenses pueden exportar y reexportar a la isla todo tipo de mercancías, herramientas, implementos agrícolas, exceptuando productos agrícolas, así como efectuar prospecciones de mercado, transferencias de personal y establecer vínculos directos con empresas gubernamentales, siempre y cuando esas entidades presten servicios directamente al pueblo. No pueden negociar con entidades cubanas que quieran importar mercancías para su propio consumo como, por ejemplo, los organismos militares y de seguridad.
Pero más aún, las nuevas decisiones anunciadas por el Departamento del Tesoro autorizan la concesión de letras de crédito y levantan las restricciones en los pagos y financiamiento en las exportaciones de EEUU a la isla, incluyendo por parte de entidades bancarias estadounidenses.
Sin embargo, cada operación comercial deberá ser estudiada caso a caso. En el año 2000, cuando el entonces presidente Bill Clinton autorizó la venta de productos agrícolas a Cuba, el Congreso logró aprobar una restricción que obliga que esas ventas sean facturadas al contado y prohibió los créditos.
“Tras el primer diálogo regulatorio [comercial] y mi visita a Cuba en octubre, hemos trabajado intensamente para ampliar el empoderamiento del pueblo cubano. Estas [nuevas] reglas comerciales se afincan en cambios previos al autorizar exportaciones adicionales que abarcan [áreas] como la preparación [para enfrentar] desastres naturales, educación, producción agrícola, metas artísticas, procesamiento de alimentos y transporte público”, declaró la secretaria de Comercio, Penny Pritzker.
Las nuevas medidas abarcan también el establecimiento de vuelos directos, autorizan a las aerolíneas a desplazar temporalmente su personal a Cuba y reglamentan los términos en que ese desplazamiento deberá efectuarse y que no puede, de forma alguna, abarcar tiempo de ocio más allá de lo normal en los tiempos de estancia laboral, ya que las leyes estadounidenses todavía prohíben a sus ciudadanos permanecer en Cuba en calidad de turistas. Esto incluye, además, al resto de las empresas que quieran establecerse en la isla, lo cual amplia aún más las 12 categorías actuales que regulan los viajes de estadounidenses no cubanos y extranjeros residentes en el país.
Estas medidas fueron parcialmente adelantadas por el presidente Obama el 17 de diciembre de 2014, cuando anunció el deshielo entre los dos países tras 18 meses de negociaciones discretas en Canadá y el Vaticano. También permiten la intensificación de los contactos deportivos y académicos y, por primera vez, especifican que empresas con fines de lucro pueden entablar relaciones de negocios con la isla.
“Estamos promoviendo la transformación de la relación [entre los dos países] de manera que contribuya a nuestros intereses y mejore la vida del pueblo cubano”, explicó Ned Price, portavoz del Consejo Nacional de Seguridad de la Casa Blanca.
El 12 de enero, en su último discurso sobre el Estado de la Unión, Obama hizo un llamado a la rama legislativa a que levante el embargo comercial a la isla y que “admita que la Guerra Fría se ha acabado”.
“El Presidente ha subrayado en repetidas ocasiones que nuestra política hacia Cuba ha cambiado y apoya el incremento de interacciones entre el pueblo estadounidense y cubano. La Oficina de Control de Activos Extranjeros [OFAC] del Departamento del Tesoro y la Oficina de Industria y Seguridad del Departamento de Comercio, en coordinación con el Departamento de Estado, previamente emitieron regulaciones para apoyar la política del Presidente que refuerza al pueblo cubano y crea condiciones para más oportunidades económicas entre los cubanos y estadounidenses”, afirmó Price en un comunicado.
En su opinión, estas medidas son un esfuerzo de Washington “para eliminar los obstáculos que están frenando a los cubanos”, por lo cual “instamos al Gobierno cubano a que facilite la capacidad de sus ciudadanos para abrir negocios, participar en el comercio, y acceder la información en línea”.
Uno de los aspectos de esta nueva política es que permite la exportación, sin restricciones, de tecnología de comunicaciones e informática, incluso el acceso a programas informáticos de origen estadounidenses, que hasta ahora habían circulado de manera ilegal en la isla. No está claro si Washington pretende de alguna forma evitar ese “pirateo”’ y de qué forma podrá obligar al Gobierno de la isla a cumplir con las restricciones de derechos de autor de sus productos tecnológicos exportados.
Las críticas a la medida se dejaron sentir de inmediato. “Este intento descarado de permitir un comercio directo con el régimen de Castro revela en su totalidad que la política del presidente Obama no tiene nada que ver con apoyar al pueblo cubano, sino con fortalecer una dictadura brutal y antiestadounidense a 90 millas de nuestras costas”, comentó el congresista republicano Mario Díaz-Balart.
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