Escoltas descontentos por malas costumbres chavistas
El Gobierno de Venezuela asigna guardias a personalidades afines que no son funcionarios públicos ni denotan el mejor comportamiento
DENUNCIA | 25 de Noviembre de 2015
REDACCIÓN
La reciente revelación del candidato a diputado por el partido PSUV, en el estado Zulia, Fidel Madroñero, sobre la asignación de 12 escoltas por decisión presidencial, ante la presunta posibilidad de un atentado en Caracas, señala la salida a flote de lo que muchos creen es la punta del iceberg que se oculta, respecto al nombramiento de guardias de seguridad para cuidar a ciudadanos afectos a la revolución chavista que no han sido electos funcionarios.
Esta designación de agentes cuenta con el rechazo de un notable grupo de escoltas, quienes incluso han solicitado cambiar las personalidades que custodian por malos tratos y “malas costumbres”.
Uno de esos escoltas militares habló en exclusiva con DIARIO LAS AMÉRICAS para informar sobre su descontento, luego de solicitar el anonimato para no recibir sanciones disciplinarias por parte de sus superiores.
Este funcionario indicó que no sólo Madroñero cuenta agentes que le protegen. Por ejemplo, el animador y presidente de la estación televisora TVes, Winston Vallenilla, cuenta con alrededor 10 policías que lo cuidan a diario.
A través de las redes sociales se expuso la reacción iracunda del actor, cantante y ahora candidato a diputado, Roque Valero, quien tiene a su servicio al menos seis escoltas, entre oficiales del Servicio Bolivariano de Inteligencia (SEBIN) y Guardias Nacionales.
Gigi Zanchetta, señalada de tener una relación amorosa con Diosdado Cabello, tiene dos escoltas. (CORTESÍA)
Jorge Reyes, un actor de telenovelas que residió en Miami por un tiempo, también cuenta con dos agentes que lo protegen de cualquier eventualidad.
La verdadera función de los escoltas es proteger el objetivo, “pero acá en Venezuela nos usan de mandadero, para ir mercado a comprar, llevar y traer a los hijos del colegio”, señaló el escolta militar que pidió ocultar su nombre.
Las personalidades chavistas alegan que se sienten perseguidos por la oposición y que podrían ser atacados en la calle.
Jorge Reyes, un actor de telenovelas, cuenta con dos agentes que lo protegen de cualquier eventualidad. (CORTESÍA)
La fuente consultada dijo que quienes sean designados como escoltas deben ser profesionales y entrenados con cursos de manejo defensivo, dominio de armas cortas, tiro en espacios confinados, entre otros.
“La mayoría no cuenta con la preparación debida, son funcionarios nuevos a quienes les dan un arma y le asignan a un determinado personaje para cuidarlo”, comentó.
El maltrato
La mayoría de estos escoltas ha manifestado que sus objetivos a cuidar tienen comportamientos déspotas.
Las modalidades de presentación en sus puestos de trabajo son de dos tipos, una contempla pernotar en la residencia de quien es objeto de cuidado. La otra consiste en acudir todos los días a la casa del escoltado para luego retirarse al final de la jornada laboral.
“Muchas veces hay que quedarse en las afueras de la casa de quien cuidan y ni siquiera les dan el almuerzo, pese que no pagan ni un bolívar [adicional] por eso”, reveló el entrevistado. El salario de cada funcionario es pagado por los respectivos organismos al que pertenecen.
Winston Vallenilla, tiene a su alrededor 10 policías que lo cuidan a diario. (CORTESÍA)
El actor, cantante y ahora candidato a diputado, Roque Valero, tiene a su servicio al menos seis escoltas, entre
oficiales del Servicio Bolivariano de Inteligencia y Guardias Nacionales. (CORTESÍA)
oficiales del Servicio Bolivariano de Inteligencia y Guardias Nacionales. (CORTESÍA)
También llaman la atención las “malas costumbres” de algunos escoltados.
Por ejemplo, la actriz Gigi Zanchetta, a quien relacionan con el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, tiene dos escoltas y “se pasea en ropa interior delante de los funcionarios, incluso les ha pedido que les compre sustancias prohibidas”.
Este tipo de conductas ha generado que algunos oficiales decidan cambiar de funciones para no verse involucrados en situaciones ilegales.
Los escoltas del actor Roberto Messuti fueron testigos de los “malos hábitos” de este simpatizante bolivariano. “Por esta razón tres funcionarios no quisieron trabajar más con él”, resaltó el escolta entrevistado
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