domingo, 29 de noviembre de 2015

EDITORIAL




                                                                     




                                                           EDITORIAL

Para la América Latina es motivo de regocijo el triunfo de Mauricio Macri en las elecciones presidenciales del hermano pueblo de Argentina. Por todos es conocido el rumbo por el que el kirchnerismo estaba conduciendo al país y no eran secretas sus relaciones intimas con la tiranía de La Habana y sus relaciones fraternales con Nicolás Maduro en Venezuela y su apoyo incondicional a la política del Socialismo del Siglo XXI. Argentina estaba penetrada abiertamente por los petrodólares de Nicolás Maduro y Cristina Fernández aplaudía fervorosamente esta penetración así como  sus constantes visitas al tiranosaurio Fidel Castro con el que compartía íntimas conversaciones que nunca se llegaran a conocer; o sea, Argentina estaba en alto riesgo de la penetración Castro- comunista como otros países de la América Latina.

El pueblo argentino no vivía de espaldas a la realidad que tenían frente a ellos y decidieron, inteligentemente, cambiar los destinos de su país a la vía correcta, a la Democracia, al desligue del hambre y la miseria, a la destrucción económica, a la represión, a la mordaza. Argentina ya se encuentra en la vía del respeto, fuera del peligro de la amenaza de la ocupación Neo- Socialista en la que los 12 años de kirchnerismo la habían sumido. Argentina puede contarse entre los países que optan por el progreso económico, político y social. Argentina se le fue de las manos a los asesinos de Cuba y al chantajista, manipulador y corrupto Nicolás Maduro.
Todo parece indicar que el nuevo presidente Mauricio Macri, no solo pondrá la casa en orden, sino también en el orden internacional en lo que respecta a su país y será un abanderado defensor de los derechos de América Latina. Esperamos que esto sea el principio del declive del funesto Socialismo del Siglo XXI y la hegemonía del tirano de Cuba en América.
Solo nos faltan los resultados de las próximas elecciones parlamentarias en en hermano país de Venezuela donde todo parece indicar que la Asamblea Nacional tendrá una mayoría opositora, con lo que significaría el destrono de Diosdado Cabello como presidente de dicha Asamblea y Venezuela seria otra punta de lanza en el continente Americano en contra de la dinastía castrista. Estamos a punto de presenciar el florecimiento de nuevas esperanzas que favorecerían en gran manera al restablecimiento del orden en el vecino país de Colombia.
El Socialismo del Siglo XXI esta en graves aprietos; está perdiendo terreno y los problemas en Bolivia, Ecuador y Nicaragua tomaran matices parecidos al de Argentina ya que estos pueblos han comprendido la necesidad de cambios radicales en sus sistemas políticos y el retorno a la Democracia.

Esperamos que el pueblo de Cuba tome ejemplo de los acontecimientos políticos en el Continente Americano y sepa ponerse del lado del honor y apoyar firmemente la gestión de los opositores internos y que sepan también identificar a aquellos falsos profetas que fingen luchar por la libertad y no son más que los judas dentro de la lucha.

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