lunes, 25 de mayo de 2015

Escuelas convertidas en prisiones


En la provincia Granma las antigus escuelas "Veguita 1" y "Veguita 4" han sido designadas para ser convertidas en prisiones.
Escuela convertida en prisión. Granma. Foto cortesía de Cubanet.
Escuela convertida en prisión. Granma. Foto cortesía de Cubanet.
Aun costado del camino que va del poblado Veguitas a La Sal, en el municipio granmense de Yara, se encuentran ubicadas las antiguas escuelas Veguita 1 y Veguita 4, designadas recientemente por el Gobierno de Bayamo para ser transformadas en prisiones, en respuesta al alto índice de delitos.
Veguita 4, antigua escuela militar, ha sido convertida en un reclusorio para mujeres, según declaró Carmen Ocaña, vecina del lugar: “Dos de mis hermanos fueron profesores y mis hijos estudiaron en ambas instalaciones, cuando eran escuelas. En vez de hacerla prisiones deberían convertirlas en viviendas, que bastante falta hacen”.
Se estima que laboran allí más de 300 reclusos, construyendo las tres cercas perimetrales de concreto y alambres de púas que bordean los perímetros, además del corte del marabú que cubre el área.

Durante la visita de este reportero al lugar, se pudo conversar con algunos reclusos que trabajaban en la cerca. Éstos pidieron que no fueran revelados sus nombres para evitar represalias, y además nos informaron sobre el rigor del trabajo que hacen, la escasa cantidad y pésima calidad de los alimentos, sumados a las malas condiciones de vida que tienen dentro del penal.
Uno de ellos comentó: “Trabajamos como unos mulos, sin embargo de comida nos dan una miseria. Imagínate que el desayuno de hoy fue té de albahaca y fongo (plátano burro) hervido”. Otro añadió: “Uno se pasa el día entero con hambre, porque con lo poco que dan nunca quedamos satisfechos. A veces no te puedes ni comer lo que dan, porque si no está mal cocinado, esta desabrido o echado a perder”.
Uno que se sumó luego, mientras desenrollaba un alambre, comentó angustiado: “No te imaginas lo malo que está esto aquí adentro. A veces no te dan ni el aseo ni las maquinillas de afeitar. Mira como tengo las manos, ¿tú crees que está bien que no nos den guantes? Ya me he pinchado como 50 veces.”
Familiares de reclusos, camino al lugar, comentaron no entender por qué el gobierno convierte las escuelas en prisiones de alto rigor.
Una señora de avanzada edad, que tiene un hijo recluido allí, mientras se secaba el sudor del rostro, nos comentaba lo difícil que se le hace llegar al lugar, por el escaso transporte.
Este artículo fue publicado el 25 de mayo de 2015 en el portalCubanet por el periodista 

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