martes, 28 de abril de 2015

El presente no nos lo robarán más, y mucho menos el futuro






                                                                           



El presente no nos lo robarán más, y mucho menos el futuro

 El otro niño, Elián, convertido en un joven adolescente, dijo públicamente, “¡Mi dios, es Fidel!”. Estas palabras son surgidas del doloroso adoctrinamiento que sufren los niños en las escuelas públicas castrocomunistas. Y las de Andresito son por la dura miseria del fracaso económico-político de sistema socialista. ¡Qué injusticia con estos niños!

OPOSITOR CUBANO | 27 de Abril de 2015
El presente no nos lo robarán más y mucho menos el futuro
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El presente es el tiempo más real que percibimos en el eterno tiempo. Sin embargo, es tan efímero que cruzamos rápidamente hacia el pasado. Esa realidad es tan vivida que algunos aprovechados tratan de trasladarte con sus conversaciones al futuro para robarte subrepticiamente el presente. Esta lógica es la forma arbitraria que usan los dictadores para engañar a la gente y perpetuarse en el poder de la nación. Esto es también fundamento del comunismo. Práctica frecuente de los Castro en Cuba.
La ingenuidad en la conducta de muchos en el presente conlleva a dificultades severas en el futuro. Conozco dos historias que entristecieron a muchos. Una es la de un niño de mi barrio, Andresito, que después de vivir más de cinco años en los Estados Unidos fue regresado por su padre a Cuba. Este último no tuvo la voluntad de ser un buen trabajador, en claras palabras, es un holgazán, elemento típico del régimen castrista. El otro niño es muy conocido por todos, Elián González, reclamado por una intensa campaña política de Fidel Castro. Ambos niños regresaron a su tierra, obligados por sus padres.

Andresito, con diez años reconoció la dura realidad de la vida en la isla. Le dijo a su padre: “¡Papáá…! ¡¡Acabaste conmigo!! ¡¡¡No puedo tener ni juguetes!!!”. El otro niño, Elián, convertido en un joven adolescente, dijo públicamente, “¡Mi dios, es Fidel!”. Estas palabras son surgidas del doloroso adoctrinamiento que sufren los niños en las escuelas públicas castrocomunistas. Y las de Andresito son por la dura miseria del fracaso económico-político de sistema socialista. ¡Qué injusticia con estos niños!
Así como esos niños fueron engañados también todo un pueblo fue embriagado con la demagogia de un régimen tirano que cumplirá 56 años en el poder de la nación. Ahora que su sistema fracasó y el rostro verdadero de la dictadura no puede engañar a nadie en la isla, es cuando se presentan algunos demócratas del mundo para fortalecer las relaciones diplomáticas y económicas con la dictadura comunista.
Los Estados Unidos de América, la Unión Europea, Ciudad de Vaticano, Francia y España son las fuerzas motrices del acercamiento con la Cuba comunista. Pero mejor leamos las palabras de encantamiento con el régimen de La Habana de algunos de estos líderes mundiales.
“El Gobierno de Cuba no ha dado ningún tipo de apoyo al terrorismo internacional en los últimos seis meses” y “Ha garantizado de que no apoyará actos internacionales de terrorismo en el futuro”. Estas palabras de la administración de Barack Obama me recuerdan a las de mi abuelita que decía “no le des a cuidar un negocio de bebidas alcohólicas a un borracho, ni al jugador empedernido le prestes dinero; porque perderás con ambos”. Tal parece que los políticos estadounidenses y europeos olvidaron a sus amigos Muamar el Kadafi y Saddam Hussein, antes enemigos y después enemigos a muerte.
De la misma manera, otras personalidades mundiales dan su apoyo a la dictadura comunista cubana, como el presidente francés Francois Hollande, que no sólo piensa incrementar la cooperación de su Gobierno con el régimen sino que dio una clasificación equívoca de la cúpula militar castrista, al igualar sentimientos patrios e independistas de estos con el pueblo francés. Si bien Francia es una democracia, cuna de revoluciones a favor de los derechos humanos y la libertad, los Castro son secuestradores del pueblo cubano, al cual esclavizaron y confiscaron mediante el terror de estado su soberanía. Convirtieron en objetos de su voluntad a los ciudadanos cubanos. La única independencia que existe en Cuba es la voluntad de poder de los hermanos Castro, Fidel y Raúl, que violaron la Constitución de 1940, aprobada democráticamente por el pueblo y fue suspendida de facto y nunca abrogada de jure. Los Castro son los dueños absolutos de todos los poderes de la República.
Presidente Hollande, si aún se siente orgulloso de su estipe independentista asociada al estado de derecho frutos de las luchas del pueblo francés, entonces muéstrenos esa virtud con la suspensión inmediatamente de su futuro contacto con la dictadura en la isla. Esto sería reconocer para el pueblo cubanos los derechos y libertades que disfrutan los franceses.
Muchos son los empresarios estimulados por su sed de ganancia facial que le proporciona la dictadura comunista de Castro con sus inversiones en suelo cubano y explotación malsana del ciudadano. Predominan en este grupo los norteamericanos y españoles. La Coalición Agrícola de los Estados Unidos para Cuba, el grupo de Acción Política American Crossroads, el Consejo Nacional de Comercio Exterior estadounidenses y otros negociantes norteamericanos son estimulados por políticos como el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo.
El pueblo cubano no debe entristecerse, ni agobiarse por estos lujuriosos del dinero sin importarles los derechos humanos básicos; porque también hay muchos estadounidenses que apoyan la causa de la libertad de Cuba. No obstante, cuando los cubanos sean libres, podrán adoptar la doctrina teórica del Derecho internacional de Alexander Sack y todo tendrá un final mejor para Cuba. 

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