sábado, 27 de septiembre de 2014

Manifiesto contra quienes hicieron del islam "la religión de la crueldad y la tortura"

Manifiesto contra quienes hicieron del islam "la religión de la crueldad y la tortura"

  • Más de 120 eruditos musulmanes de todo el mundo publican una carta al IS

  • Desmontan con argumentos teológicos la narrativa de Abu Bakr al Bagdadi

Un hombre sujeta una pancarta con el lema 'No en mi nombre'...
Un hombre sujeta una pancarta con el lema 'No en mi nombre' durante una manifestación en París, contra IS. AFP
"Habéis malinterpretado el islam como si fuera la religión de la crueldad, la brutalidad, la tortura y el asesinato. Es un gran error y una ofensa al islam, los musulmanes y el mundo entero". Condenas como esta se incluyen en una extensa carta que más de 120 eruditos musulmanes de todo el planeta han dirigido al líder del Estado Islámico Abu Bakr al Bagdadi y "los combatientes y seguidores del autoproclamado califato", que ha expandido a sangre y fuego sus dominios por amplias zonas de Siria e Irak.

La misiva, un pliego de 22 folios en árabe, refuta la narrativa que ha servido al IS (Estado Islámico, por sus siglas en inglés) para reclutar a miles de "muyahidines" (guerreros santos) en los países occidentales. La enmienda -la más potente expedida hasta la fecha por los guardianes de la fe musulmana- está construida a partir de versos coránicos, "hadices" (dichos y hechos del profeta) y reflexiones de reputados ulemas.
El manifiesto escudriña cada una de las atrocidades que ha cometido el IS y culpa a la organización yihadista de haber mancillado un credo "que en realidad -precisa el texto- es inocente de todos vuestros actos y los prohíbe". "Vuestros rehenes han asegurado que les torturasteis mediante golpes, asesinatos y otras formas de tortura, incluyendo enterrar a gente viva. En las ejecuciones en masa -prohibidas por la ley islámica- vuestros combatientes se han burlado de quienes estaban a punto de morir diciéndoles que iban a ser asesinados como ovejas", reprocha la epístola, que afirma además que "las decapitaciones con cuchillos es una de las formas más crueles de tortura y está prohibida por la 'sharia' (ley islámica)".
Y agrega: "No solo habéis mutilado a los cadáveres sino también habéis cortado sus cabezas y las habéis pateado como si fueran balones para difundirlo a todo el planeta durante el Mundial de fútbol".

De Bulgaria a Al Azhar

El documento está rubricado por las máximas autoridades religiosas de países como Egipto, Palestina o Bulgaria; profesores de universidades islámicas como la prestigiosa Al Azhar de El Cairo y líderes de comunidades musulmanas en Europa o Estados Unidos. Entre los 126 primeros firmantes, figuran representantes musulmanes de Italia, Francia o Alemania pero no de España.
El pliego desarma las declaraciones de Al Bagdadi y su portavoz Abu Mohamed al Adnani; pone al descubierto su falta de conocimiento teológico y les acusa de dictar fatuas (edictos islámicos) o citar fragmentos del Corán a su conveniencia. "En otras palabras, no se puede elegir los versos coránicos que más nos convengan y dejar de lado el resto", advierten los estudiosos, que también recuerda la obligación de poseer un vasto conocimiento del idioma árabe para interpretar los textos y rechaza la simplificación de la ley islámica que efectúa el IS.
En este sentido, recalca que la aplicación de la "sharia" -incluido los castigos- no puede llevarse a cabo ignorando "las realidades y circunstancias bajo las que la población vive". La carta, además, explica que la disensión está permitida por la fe islámica y aclara que la "yihad" es una "guerra defensiva" que tiene una causa, una finalidad y unas reglas de conducta fijadas.

Corrupción y deshonra

"Ningún académico discute que uno de los objetivos del islam sea abolir la esclavitud. (...) Habéis destrozado un siglo de consenso. Habéis convertido a las mujeres en concubinas y habéis revivido la sedición, la corrupción y la deshonra", recrimina la misiva en la que se defiende que el islam prohíbe el asesinato de "inocentes" y "emisarios, periodistas y trabajadores humanitarios".
Respecto a la minoría cristiana, expulsada de las zonas bajo control del IS, se avisa de que "no son combatientes contra el islam sino amigos, vecinos y conciudadanos". "Desde el punto de vista legal, todos están amparados por antiguos acuerdos que se remontan a hace 1.400 años, por lo que las reglas de la 'yihad' [como el impuesto o jizia, la muerte o la conversión] no se aplican", indica antes de llamar a la protección de los yazidíes y reprobar que "las mujeres sean tratadas como prisioneras".
"Deben vestirse conforme a vuestros caprichos; no permitís que salgan de casa ni que vayan a la escuela", esbozan los eruditos que veladamente culpan a las interpretaciones salafistas (ultraconservadoras) de haber alimentado las malas interpretaciones. "Reconsiderad vuestras acciones, desistid, arrepentíos, dejar de hacer daño a otros y regresad a la religión de la misericordia", concluye el texto.

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