sábado, 30 de agosto de 2014

La Union Europea y Cuba logran acuerdos sustanciales en materia de cooperacion

Tras la segunda ronda de negociaciones, la parte europea admite que«queda bastante trabajo» en el capítulo de diálogo político. La tercera será a finales de año en La Habana

La Unión Europea Cuba han realizado un progreso «bastante sustancial», en la segunda ronda de negociaciones celebrada este miércoles y jueves en Bruselas. En concreto, en el capítulo decooperación del acuerdo de Diálogo Político y Cooperación bilateral que comenzaron a negociar a finales de abril, aunque la parte europea ha admitido que se trata de un acuerdo «complejo» y «llevará algo de tiempo» cerrarlo, informa Ep.
«Las negociaciones concluirán cuando hayan terminado. Prefiero un buen acuerdo a un acuerdo temprano (...) Esto llevara algo de tiempo», explicó en rueda de prensa el director general para las Américas del Servicio Europeo de Acción Exterior, Christian Leffler.
El jefe negociador europeo destacó que ambas partes hicieron un progreso «bastante sustancial» para acercar posturas y lograr «unavisión común» de la estructura del segundo capítulo relativo a la cooperación -en áreas actuales y potenciales- y el hecho de que ésta cubrirá a todos los actoresincluida la sociedad civil.
Los otros dos capítulos del acuerdo se refieren al diálogo político, que centró la primera ronda y cubre cuestiones como la gobernanza, losderechos humanos, la democracia y las relaciones exteriores y cuestiones de seguridad, y el tercero, relativo al comercio y relaciones económicas, cuya primera presentación también se ha abordado en esta ronda.

A principios de diciembre

Ambas partes volverán a reunirse a finales de año en La Habana, «lo más probable a principios de diciembre» y de aquí a entonces habrá intercambios técnicos informales, para responder a preguntas de ambas partes.
«Queda bastante por hacer. En el primer pilar sobre el diálogo político todavía queda bastante trabajo. En el segundo pilar de cooperación, hemos hecho progresos y hemos explicado el terreno de lo que se necesita hacer, pero todavía hay que hacerlo y acabamos de empezar a discutir el pilar comercial», resumió, insistiendo en que ambas partes necesitan todavía «limar diferencias y entrar en los detalles del texto», y mantendrán «cuántas rondas sean necesarias».
«El progreso es que ambas partes tenemos una implicación muy positiva y pragmática. Hay un reconocimiento de la parte cubana de lo que son nuestras preocupaciones clave de la UE, incluido en cuestiones de gobernanza, derechos fundamentales y similares, y hay un reconocimiento y respeto de nuestro lado de que Cuba no es del todo igual que otras partes del Hemisferio Occidental y que esto se tiene que reflejar» en el acuerdo, explicó, defendiendo los progresos de Cuba en áreas como la educación, la seguridad social o el sistema de salud.
Pero la isla, explicó Leffler, también se enfrenta a «enormes desafíos» por el «control estatal» de la economía y sociedad, y debe «ajustarse a las realidades a las que se enfrentan y avanzar hacia un sistema más abierto y flexible».
La UE también presentó a la parte cubana su propuesta de «los elementos apropiados» que debería incluir el capítulo sobre comercio y relaciones económicas y que abordarán en mayor detalle en la próxima ronda, cuya agenda no se ha cerrado todavía. «Espero que también volvamos a algunas cuestiones políticas más sensibles que ya hemos tocado en la próxima ronda», señaló, sin querer dar detalles.

«No es preferencial»

En el caso del capítulo comercial y de relaciones económicas, el jefe negociador europeo dejó claro que el acuerdo no es «preferencial», tipo acuerdo de libre comercio, sino que se trata de facilitar las relaciones comerciales y económicas. Dejó claro que las relaciones entre la UE y Cuba, y Cuba y Rusia, «son muy diferentes», preguntado por la posible competición entre ambos en la isla.
Leffler aseguró que la UE no aspira a tener relaciones con Cuba como las tiene con Rusia y recalcó en todo caso que un tercio del comercio cubano es con la UE, la mitad si se excluye el sector petrolero, y que la mitad de la inversión extranjera en la isla también es europea, cifras que sitúan a Europa como «socio esencial». «No espero que esto sea la parte más difícil», admitió.
En materia de cooperación, la UE propone colaborar en cuestiones que van desde los derechos humanos, derechos fundamentales, gobernanza, administración pública, Estado de Derecho, la lucha contra las drogas, el crimen organizado, el tráfico humano, así como el desarrollo social, empleo, protección social, educación, salud, medio ambiente y cambio climático, desastres naturales y recursos clave como el agua, la agricultura, la pesca, desarrollo de pymes, turismo, ciencia y tecnología y transporte y energía.

Mensaje de La Habana

El Gobierno cubano, por su parte, aseguró en un comunicado que el proceso de negociación transcurre «con normalidad» y que los intercambios con la UE «se desarrollaron de forma constructiva», informa Efe. En esta nueva ronda de conversaciones, «Cuba reiteró su voluntad para continuar avanzando en este proceso, sobre las bases de igualdad y respeto acordadas con la Unión», indicó La Habana.
La disidencia cubana no deja de insistir a la Unión Europea que no deje de condicionar la firma del acuerdo a los avances en democratización y respeto a los derechos humanos en la isla.
En este sentido, el Movimiento Cristiano Liberación (MCL) de Oswaldo Payá ha señalado en un comunicado que «poco o nada ha cambiado para el bien del pueblo cubano en los últimos años» en materia de derechos humanos. «Continua la represión, las detenciones, la falta de oportunidades el empobrecimiento. En fin, nada de verdaderos cambios. Solo falsas transformaciones que persiguen encubrir la continuidad de la opresión y los privilegios de un pequeño grupo en el poder», asegura Eduardo Cardet, miembro del Consejo Coordinador del MCL.
El pasado 10 de febrero, los ministros de Exteriores de la UE acordaron las condiciones para negociar con el Gobierno de Raúl Castrounacuerdo sobre diálogo político y cooperación que permita normalizar las relaciones con Cuba y alentar reformas democráticas, tras superar las reservas de países como Alemania, Suecia y República Checa.
Se trata de un giro relevante en las relaciones bilaterales porque está llamado a reemplazar la Posición Común que la UE adoptó en 1996 -a instancias del Gobierno español de José María Aznar-, pero no supondrá en la práctica un cambio sustancial en la política europea hacia la isla caribeña.

0 comentarios:

Publicar un comentario

Enviar comentarios: